No
solo las escritoras de novela rosa escriben sobre el amor. El
romanticismo es también el tema favorito de la
socióloga marroquí Eva Illouz;
en El
consumo de la utopía romántica,
un ensayo de 1997 que no fue no traducido al español hasta 2009 a
raíz del éxito de Intimidades
congeladas,
de la misma autora, realiza un estudio a partir de entrevistas a
personas de orígenes y profesiones diversas preguntándoles sobre su
idea de lo romántico. Los entrevistados de orígenes más
humildes resultan tener imágenes muy estereotipadas del amor,
mientras que aquellos de nivel económico y cultural más alto
tienden a distanciarse más de las
rosas rojas y las cajas de bombones en
forma de corazón; las conclusiones extraídas de las encuestas se
entremezclan con el análisis de los contenidos de las revistas
dirigidas al público femenino y con una breve historia de la
evolución del galanteo y de las citas para encontrar pareja durante
los últimos algo más de cien años, que es la antigüedad
aproximada que tiene el flirteo tal y como los entendemos ahora.
Con
la generalización de la vida en la ciudad, muchas jóvenes solteras
trabajan, viven de forma un poco más independiente y empiezan a ser
cortejadas por sus admiradores en locales públicos, dejando atrás
los matrimonios concertados, salvo en las familias aristocráticas, y
también las visitas de los galanes en las casas particulares
bajo la atenta mirada de las madres de las chicas.
Esta
presunta mayor libertad, no obstante, no reduce el papel que juega el
dinero en el emparejamiento; los pretendientes con más posibles
pueden llevar a sus enamoradas a locales más vistosos y ofrecerles
entretenimientos más sofisticados. Echarse una novia empieza
a ser un lujo que no todos pueden permitirse; paradójicamente,
la mayor igualdad entre los sexos de las últimas décadas no ha
impedido que los esquemas del capitalismo hayan penetrado más
profundamente en todo el campo de las relaciones sentimentales. Las
revistas femeninas, de hecho, son buena prueba de ello al hablar del
amor y las intimidades en términos cada vez más de empresa,
ensalzando la eficacia, la competitividad o la rapidez a la hora de
elegir al candidato más adecuado ola importancia de ser un buen
gestor de tiempos y recursos para mantener la ilusión en la pareja.
Pero curiosamente, a pesar del pragmatismo empresarial difundido por
la prensa, el tópico del amour fou, del flechazo y
de la oposición entre amor e interés sigue muy presente en las
personas encuestadas. Son contradicciones propias del capitalismo, de
la mercantilización de muchos aspectos de la vida y del mundo de la
publicidad, que no hacen ninguna excepción en el terreno de las
relaciones íntimas, sino más bien todo lo contrario.
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